...La Crespona...

¿Quien quiere desterrar al de las pálidas pupilas?
El vomitivo voluntario, que nos persigue con amplísima falda
para actuar de calmante enconando oscuras canciones de
hermosos navíos y guardando en los rojos vapores de sus
mejillas sonrisas secretas para el encaro que nos ofrece cuando
la dulce peste de la calma nos cierra los ojos.

Hablo, pues, de la voluptuosa hechicera que adormece la
realidad, tildándola, la maldita!, como "lujo milagroso"...
Esa traidora que somos nosotros mismos con un perfume
fuerte. auxiliadora de las tranquilidades en los abismos de
amargura...Esa que devoro para sumergirme en el cielo de
las brumas...